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ASPECTO

 

El niño pequeño tiene un aspecto frágil, su piel es todavía inmadura y a través de ella pueden verse los vasos sanguíneos subyacentes, esto hace que tenga un color rojizo o violáceo. Así mismo puede aparecer “pegajosa” al tacto, amoratarse o cortarse con facilidad. Por esa razón las enfermeras le ponen un gel u otro material protector debajo del esparadrapo para proteger la piel.

 

La mayoría de los niños muy prematuros pueden tener también una fina capa de vello muy suave lanugo, que les cubre la mayor parte del cuerpo. Irá desapareciendo según crezca.

 

La cabeza puede parecer desproporcionadamente grande para el tamaño de su cuerpo y sus brazos y piernas bastante largos. Tienen muy poca cantidad de grasa sobre sus huesos. Sin embargo al ir creciendo desarrollará más grasa y su cabeza, brazos y piernas adquirirán un aspecto más proporcionado.

 

No es infrecuente que tenga los párpados fusionados en el momento del nacimiento. Con el tiempo se abrirán. También sus orejas están poco desarrolladas, muy pegadas a la cabeza y con poco o nada de cartílago -el material que les proporciona el armazón elástico-, si están plegadas o dobladas, es posible que se mantengan en esta posición durante algún tiempo, lo cual no debe preocuparles. Según crezcan sus orejas formaran cartílago y esto hará que se enderecen al ser tocadas.

 

Un niño muy prematuro tiene un pene muy pequeño y es posible que los testículos no hayan descendido todavía a las bolsas. Una niña muy prematura tiene un clítoris prominente debido a que los labios circundantes todavía no están desarrollados.

 

Es frecuente que se mueva poco y cuando lo haga sea con movimientos bruscos a modo de “sacudidas” o “sobresaltos”. Esto sucede porque sus respuestas todavía no están desarrolladas y su coordinación sigue siendo inmadura.Puesto que el niño prematuro tiene poco tono muscular, tendrá que observarlo atentamente para descrubrir los signos que muestran como sus músculos están ganando fuerza y coordinación. Es posible que le vea haciendo movimientos espontáneos o doblando un brazo o una pierna. También podrá observar un reflejo de succión al poner el dedo cerca de su boca. A medida que duerme, come y gana peso, su tono y color de la piel irán pareciéndose cada vez más a la de los niños más mayores.Es posible que al principio tenga miedo de acariciarlo, estos niños parecen muy frágiles debido a su tamaño tan pequeño. Sin embargo es muy importante que se establezca cuanto antes un vínculo físico entre la madre y el niño, hablar y tocar al bebé facilita su desarrollo y ayuda a los padres a establecer vínculos afectivos. Cuando se encuentre preparada para acariciarlo, ha de lavarse las manos y ponerse bata y mascarilla. Dependiendo de las condiciones de salud del niño podrá alimentarlo, limpiarlo y cuidarlo. En muchos hospitales se anima a los padres a usar el “método canguro” que es el contacto entre la piel desnuda del niño y la piel desnuda de los padres, este contacto ayuda a que los bebés se relajen y respiren con mas facilidad, al tiempo que les estimula a succionar y alimentarse. 

 

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